A pesar del cambio de los tiempos del Antiguo Testamento a los tiempos del Nuevo, aún hay leyes que el pueblo de Dios debe guardar. Es el nuevo pacto establecido por Jesús, que es la ley de Cristo.
La Iglesia primitiva guardó la verdad del nuevo pacto, como el Día de Reposo y la Pascua que Jesús estableció. Hoy en día, la Iglesia de Dios es la única iglesia que ha restaurado la fe pura de la Iglesia primitiva.