Existen numerosas iglesias en el mundo, y cada una afirma predicar el evangelio de Cristo. Sin embargo, cuando se les pregunta qué es el evangelio, no pueden dar una respuesta definida. ¿Cómo pueden pretender predicar el evangelio sin saber con exactitud su significado? Si uno afirma creer en Jesús como el Salvador y seguirlo, debe saber por qué el evangelio de Jesucristo es importante y qué es en detalle.
La importancia del evangelio
Jesús es Dios que ha venido en carne. Dios Todopoderoso podría enviar a un ángel o a un profeta si quisiera, en cambio, Él mismo vino a la tierra en forma humana y predicó el evangelio. Desde este punto de vista, podemos entender fácilmente lo precioso e importante que es el evangelio. Si vemos las bendiciones contenidas en el evangelio del reino que Jesús predicó, su importancia se hace aún más clara.
“leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio” Ef 3:4-6
Está escrito que aun los gentiles que no conocen a Dios pueden llegar a ser coherederos, miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio. La promesa de Dios es la vida eterna (1 Jn 2:25). Cualquiera que entienda y guarde el evangelio llegará a ser miembro del cuerpo de Cristo y heredero del reino de los cielos, y recibirá la vida eterna. Por otro lado, nadie puede recibir la vida eterna ni heredar el reino de los cielos sino solo por el evangelio. El evangelio es un mensaje bendito e importante que contiene las grandes bendiciones de la vida eterna y el reino de los cielos.
¿Qué es el evangelio de Jesucristo?
El evangelio significa literalmente buenas nuevas. En términos generales, podemos decir que el contenido del Antiguo Testamento es también el evangelio, ya que se escribió para bendecir al pueblo de Dios. Sin embargo, está escrito que el evangelio en el Nuevo Testamento comienza en el momento en que Jesús fue bautizado por Juan (Lc 16:16, Mr 1:1, Mt 4:17). También está escrito que el evangelio del reino, que comenzó en ese momento, no termina con Jesús en la cruz, sino que continúa hasta el fin del mundo.
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Mt 24:14
¿Qué es específicamente el evangelio que Jesús predicó?
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Mr 16:15
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado […]” Mt 28:19-20
Después de que Jesús resucitó, mandó a sus discípulos a “predicar el evangelio a las personas de todas las naciones”; Mateo escribió estas palabras de Jesús como “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. En otras palabras, el evangelio es todo lo que Jesús enseñó y mandó. Es importante estudiar en detalle los ejemplos que dio Jesús durante tres años, y seguir sus pasos.
Jesús se bautizó (Lc 3:21), guardó el Día de Reposo el séptimo día según su costumbre (Lc 4:16), subió al templo a predicar en la Fiesta de los Tabernáculos (Jn 7:2, 37-39) y estableció la Pascua del nuevo pacto (Mt 26:17-28, Lc 22:15-20). De esta manera, las fiestas solemnes que Jesús mismo guardó se convirtieron en una parte indispensable del evangelio del reino. Jesús confirmó que todo lo que hizo es una guía para la salvación de la humanidad, diciendo: “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Jn 13:15).
El núcleo del evangelio es la Pascua del nuevo pacto
Podemos decir que el evangelio del reino es el nuevo pacto mismo.
“[…] la esperanza del evangelio […], el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.” Col 1:23
“el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto […]” 2 Co 3:6
El apóstol Pablo, quien escribió los libros de Colosenses y 2 Corintios, dijo que él era ministro del evangelio y ministro del nuevo pacto. Esto significa que el evangelio es el nuevo pacto. El núcleo del evangelio del nuevo pacto es la Pascua. Jesús estableció el nuevo pacto mientras guardaba la última Pascua con sus discípulos.
“Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! […] Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.” Lc 22:14-15, 19-20
La Pascua del nuevo pacto contiene todas las bendiciones del evangelio escritas en Efesios 3. Así como los que heredan la sangre de sus padres se convierten en sus hijos, los que heredan la carne y la sangre de Dios a través de la Pascua del nuevo pacto se convierten en hijos de Dios y en sus herederos (Ro 8:16-17). Y los santos que guardan la Pascua del nuevo pacto llegan a ser uno en Cristo (1 Co 10:16). En otras palabras, llegan a ser partes del cuerpo de Cristo. Jesús también dijo que los que comen su carne y beben su sangre tienen vida eterna (Jn 6:53-54). Por lo tanto, los que guardan la Pascua del nuevo pacto recibirán la vida eterna.
Así, todo tipo de bendiciones contenidas en el evangelio se dan a través de la Pascua del nuevo pacto. Los apóstoles que se dedicaron a ser obreros del evangelio siguiendo el mandamiento de Jesús también predicaron la Pascua, la verdad nuclear del evangelio, y enfatizaron que debíamos guardarla (1 Co 11:23-26). También enseñó que si no obedecemos el evangelio de Cristo o seguimos otro evangelio, seremos castigados y maldecidos (2 Ts 1:7-9, Ga 1:6-9). Por lo tanto, si una iglesia pretende seguir a la Iglesia primitiva que predicó el evangelio de Cristo, debe guardar la verdad del nuevo pacto, incluyendo la Pascua que Jesús mismo enseñó, en lugar de seguir otro evangelio.
