El Día de Reposo del séptimo día es para conmemorar el día del Creador y es el día para rendir culto a Dios. El culto dominical no se encuentra en la Biblia. En los tiempos del Nuevo Testamento, Jesús y los apóstoles guardaban el Día de Reposo el sábado, no el domingo.
En el Antiguo Testamento, Elohim, que es la forma plural de Dios, aparece unas dos mil quinientas veces. Dios Elohim, de quien da testimonio la Biblia, es Dios Padre y Dios Madre.
¿Qué es el alma? La Biblia nos enseña que el alma existe separadamente del cuerpo y que la esencia de la vida es el alma. El alma no es simplemente una vida o energía que pertenece al cuerpo.
Cristo Ahnsahnghong, Jesús en su segunda venida, cumplió la profecía de Elías. Él restauró la verdad del nuevo pacto y dio testimonio de la Madre celestial, la Salvadora que aparecería después de Él.
¿De dónde viene el alma del hombre, y por qué estamos viviendo en esta tierra? ¿A dónde vamos después de morir? La Biblia responde claramente a estas preguntas sobre el alma.
En la parábola del banquete de bodas celestial (Mt 22), que Jesús enseñó, está escondida la verdad que en esta época los santos deben comprender para recibir la vida eterna y entrar en el reino de los cielos.
Así como hay una familia en esta tierra, hay una familia celestial conformada por el Padre espiritual, la Madre espiritual y sus hijos en el cielo. Veamos la evidencia bíblica de la familia celestial y cómo llegar a ser miembro de ella.
El bautismo es una ceremonia que nos permite nacer de nuevo y recibir una nueva vida al sepultar todos nuestros pecados en el agua. Jesús nos ordenó bautizarnos porque es una señal de salvación y el primer paso en nuestra vida de la fe.
Dios ordenó a su pueblo que celebrara las siete fiestas de tres tiempos (las siete fiestas principales). Las siete fiestas determinadas según la obra de Moisés son las profecías sobre la obra de salvación que Dios llevará a cabo.
La Biblia enseña que, durante la oración o el culto, los hombres no deben cubrirse la cabeza, pero las mujeres deben cubrirse con el velo. Siguiendo el ejemplo de Cristo, la verdadera iglesia de Dios debe guardar la regla del velo.