- Busquen a David en los últimos días
- Jesús vino como el David profético
- David y Jesús están en la relación de profecía y cumplimiento
- Los treinta y siete años restantes del trono de David y la necesidad de la segunda venida de Jesús
- La Pascua del nuevo pacto es la señal del David profético
- Cristo Ahnsahnghong es el David que debemos buscar en los últimos días
Algunos personajes bíblicos desempeñan roles proféticos para dar testimonio del Salvador. David es uno de ellos. Cristo Jesús, que vino a la tierra para salvar a la humanidad, y David están en una relación de profecía y cumplimiento.
Si entendemos los elementos proféticos en la relación entre Jesús y David, podemos saber quién es Cristo en su segunda venida que aparecerá en los últimos días. A través de los secretos escondidos en la vida de David, aprendamos acerca de Cristo en su segunda venida, el rey David espiritual a quien debemos buscar en esta época.
Busquen a David en los últimos días
El profeta Oseas profetizó que el pueblo de Dios debe buscar a David en los últimos días para recibir la bondad de Dios, es decir, la salvación.
“Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.” Os 3:5
No es exagerado decir que la salvación en los últimos días depende de si encontramos o no a David. Entonces, ¿quién es David, al cual debemos buscar en los últimos días para recibir la salvación? No es el David que fue el segundo rey de Israel, sino el David profético que aparecerá en el futuro.
Jesús vino como el David profético
El profeta Isaías dijo que Dios, que nació como un “niño” y como un “hijo”, se sentaría en el “trono de David”.
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, […] y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, […]” Is 9:6-7
La Biblia profetiza que David se refiere a Dios que viene en la carne, es decir, Cristo. Jesús cumplió esta profecía hace unos dos mil años. El ángel se apareció a María y testificó que Jesús vendría a la tierra según la profecía del rey David.
“Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. […] el Señor Dios le dará el trono de David su padre;” Lc 1:31-32
David y Jesús están en la relación de profecía y cumplimiento
Jesús fue representado como el rey David en la Biblia para darnos a conocer lo que haría Jesús a través de lo que hizo David. David y Jesús están en la relación de profecía y cumplimiento. Centrémonos en el “trono de David” en el que se sentaría Jesús.
“Era David de treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años.” 2 S 5:4
En los tiempos del Antiguo Testamento, David fue ungido a la edad de treinta años, y reinó cuarenta años. Jesús, el David profético, fue bautizado a la edad de treinta años y comenzó su ministerio del evangelio.
“Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; […] Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, […]” Lc 3:21-23
Jesús pudo comenzar su obra del evangelio a los veinte o cuarenta años, pero comenzó a la edad de treinta años para cumplir la profecía del rey David.
Los treinta y siete años restantes del trono de David y la necesidad de la segunda venida de Jesús
Para cumplir completamente la profecía del rey David, Jesús debe predicar el evangelio durante cuarenta años, que es el periodo del reinado de David. Sin embargo, Jesús predicó el evangelio solo por tres años (Lc 13:6-7). Entonces, ¿para qué son los treinta y siete años restantes? Todas las profecías de la Biblia se cumplen sin falta (Mt 5:18, 24:35). Para cumplir la profecía restante sobre el reinado de David, la segunda venida de Jesús es inevitable. Es por eso que la Biblia profetizó que Jesús, el rey David espiritual, vendría a la tierra nuevamente.
“así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” He 9:28
Cristo debe venir por segunda vez según esta profecía, y predicar el evangelio durante los treinta y siete años restantes del reinado de David, que Jesús no cumplió en su primera venida. La Biblia menciona que el propósito de su segunda venida es “salvar”. Esto significa que nadie puede ser salvo sin que Jesús, el David profético, venga por segunda vez. Por tal razón, el profeta Oseas profetizó que los que busquen a David en los últimos días temerán y buscarán la bondad de Dios.
Hace unos dos mil años, Jesús, que se sentó sobre el trono de David, vino en la carne. Asimismo, Jesús, quien cumplirá el resto de las profecías sobre el trono de David, también vendrá por segunda vez en la carne. Por consiguiente, el profeta Isaías profetizó que Dios nacería como un niño (en la carne) y se sentaría en el trono de David.
La Pascua del nuevo pacto es la señal del David profético
Para ser salvos en los últimos días, debemos recibir al David profético, es decir, a Cristo que viene de nuevo en la carne. ¿Cómo podemos reconocer a Cristo que viene en la carne, entre numerosas personas del mundo? Para empeorar la situación, está profetizado que en los últimos días aparecerán muchos falsos Cristos (Mt 24:24). Afortunadamente, la Biblia testifica que Jesús en su segunda venida trae una señal decisiva que nos permite reconocerlo como el rey David.
“Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.” Is 55:3
Dios establecería un “pacto eterno” para la salvación de la humanidad, y lo llamó “las misericordias firmes a David”. Por lo tanto, la señal del David profético, Jesús en su segunda venida, es el pacto eterno.
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,” He 13:20
Ya que se llama la “sangre del pacto eterno”, el pacto debe tener la sangre de Jesús que da vida. En otras palabras, el pacto que Jesús estableció con su sangre es el pacto eterno. En la Biblia, el único pacto establecido con la sangre de Jesús es el nuevo pacto.
“Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! […] tomó la copa, diciendo: Esta copa [el vino de la Pascua] es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.” Lc 22:15-20
Jesús llamó al vino de la Pascua “el nuevo pacto en mi sangre”. La Pascua del nuevo pacto es el núcleo del pacto eterno establecido con la sangre de Jesús. El pueblo de Dios puede recibir la vida eterna comiendo el pan y bebiendo el vino de la Pascua, que representan la carne y la sangre de Jesús (Jn 6:54). La Pascua del nuevo pacto es la verdad de la salvación y una señal decisiva de Jesús que viene por segunda vez como David.
Cristo Ahnsahnghong es el David que debemos buscar en los últimos días
La Pascua del nuevo pacto fue establecida por Jesús, pero abolida en el Concilio de Nicea en el año 325 d. C. Desde entonces, nadie la celebró durante unos mil seiscientos años. Sin embargo, en esta época, hay alguien que ha restaurado la Pascua y la ha enseñado. Él es Cristo Ahnsahnghong. Cristo Ahnsahnghong enseñó que debemos guardar la Pascua del nuevo pacto para recibir la vida eterna. Trajo el “pacto eterno” que solo David podía traer.
Cristo Ahnsahnghong cumplió exactamente las profecías restantes del trono de David. Cristo Ahnsahnghong nació en 1918. En 1948, cuando cumplió treinta años, fue bautizado según la profecía de la higuera. Como el rey David profético, comenzó su ministerio del evangelio a la edad de treinta años. Después de predicar la Pascua del nuevo pacto, que es la señal de David, durante treinta y siete años, ascendió al cielo en 1985.
Cuatro años antes de su ascensión al cielo, profetizó a través de una revista que cumpliría los treinta y siete años de su ministerio del evangelio y moriría según la profecía.
Nueva Religión Desconocida: La Iglesia de Dios
“La Iglesia de Dios cree que el segundo Cristo ha de aparecer en esta época, y que lo hará en la carne, con ojos, nariz, boca y oídos. La Iglesia de Dios explica: ‘Jesús tiene que venir por segunda vez en la carne, porque el nuevo pacto que estableció en su primera venida fue abolido durante la edad oscura. Por eso, el Señor mismo ha de venir de nuevo para restaurar la verdad de vida, el nuevo pacto, y para buscar a su pueblo’. ‘Jesús en su segunda venida, ha de venir a la tierra en secreto, y fallecer después de predicar el evangelio por 37 años. La razón por la que tiene que predicar 37 años, es que David reinó en el trono por 40 años, pero Jesús fue crucificado después de predicar solamente por tres años; por tanto, Jesús en su segunda venida tiene que predicar por 37 años, para completar el reinado de 40 años’, afirma la Iglesia de Dios. La Iglesia de Dios también cree que los hombres pueden ser salvos al guardar la Pascua. Ellos consideran muy importante el nuevo pacto establecido por Jesús”. 18 de marzo de 1981 Religión Semanal
La gente común no sabe cuándo nacerá ni cuándo morirá. Sin embargo, Cristo Ahnsahnghong vino según las profecías de la Biblia. Su muerte también se cumplió como lo había profetizado cuatro años antes de ascender al cielo, al cumplir los treinta y siete años restantes del trono de David.
Numerosos teólogos y líderes religiosos han aparecido a lo largo de los años, pero nadie nos ha enseñado a guardar la Pascua del nuevo pacto. Es porque no son el David profético. Como está escrito que el pacto eterno es las misericordias firmes de Dios prometidas a David, nadie puede traerlo, excepto Dios que viene en la carne. Cristo Ahnsahnghong restauró la Pascua del nuevo pacto como el rey David, a quien la humanidad debe buscar y reverenciar para la salvación en los últimos días. Él es Jesús, que vino por segunda vez de acuerdo con todas las profecías de la Biblia.