Nació en 1918
Cristo Ahnsahnghong nació en la República de Corea (en adelante, “Corea”), el país de los confines de la tierra en el oriente, como estaba profetizado en la Biblia. Su vida en su segunda venida comenzó en una casa de un pueblo minero abandonado en Myeongdeok-ri, Gyenam-myeon, Jangsu-gun, Jeollabuk-do, en un frío día de invierno, el 13 de enero de 1918.
Dominio colonial japonés y Primera Guerra Mundial
Fue un periodo de absoluta oscuridad. Más de 20 millones de personas murieron en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que fue emprendida por las potencias imperiales. Además, 100 millones de personas murieron a causa de la gripe española, la peor pandemia del siglo xx. El miedo a la muerte se extendió por todo el mundo. También en la península de Corea, que estuvo bajo dominio colonial durante el periodo colonial japonés, 7,6 millones de personas, casi la mitad de la población coreana, se infectaron con la gripe española, lo cual provocó 140 000 muertes.
La Segunda Guerra Mundial y la vida de la época sombría
En 1939, estalló la Segunda Guerra Mundial. Se libraron sangrientas batallas entre las potencias del Eje lideradas por Alemania, Italia y Japón, y las potencias aliadas lideradas por Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, la Unión Soviética y China. La Segunda Guerra Mundial produjo el mayor número de víctimas en la historia de la humanidad. La península de Corea estuvo sujeta al dominio colonial de Japón que movilizó por la fuerza recursos humanos y materiales. Durante este periodo, Cristo Ahnsahnghong tuvo una vida muy dura, privado de libertad y soportando persecución, pobreza y explotación.
En 1948, Cristo Ahnsahnghong se bautizó y comenzó el ministerio de Cristo en su segunda venida.
La vida de Cristo Ahnsahnghong está estrechamente relacionada con la corriente principal de la historia mundial, así como con la de la historia coreana. En 1948, después del final de la Segunda Guerra Mundial, Israel obtuvo milagrosamente su independencia, lo que puso fin a su doloroso viaje como pueblo sin estado durante mil novecientos años. Este fue el cumplimiento de la parábola de la higuera. Según la Biblia, la independencia de Israel fue la señal de la segunda venida de Cristo; en el año en que se independizó, el Señor Ahnsahnghong comenzó el ministerio como Cristo en su segunda venida.
El evangelio del nuevo pacto, que Jesús estableció hace dos mil años, desapareció del mundo durante la edad oscura. Solo la verdad del Día de Reposo se reveló de manera imprecisa. Cristo Ahnsahnghong se unió a la Iglesia Adventista del Séptimo Día en 1947 y se bautizó en Nakseom, Incheon, en 1948, cuando tenía treinta años, según la profecía del trono de David. Desde entonces, enseñó la verdad y la ley del nuevo pacto.
La República de Corea (Corea del Sur) había estado atravesando tiempos turbulentos desde su liberación, y el país fue nuevamente devastado por la guerra de Corea que estalló en 1950. En un intento de volver comunista la península de Corea, Corea del Norte ocupó en seguida Seúl, la capital de Corea del Sur, y se trasladó al sur; sin embargo, las tropas norcoreanas no lograron capturar Busan, donde Cristo Ahnsahnghong predicaba el evangelio, y las fuerzas de la ONU y de Corea del Sur las hicieron retroceder a su territorio. Después de tres años de guerra, finalmente se firmó un armisticio. En el país devastado por las sucesivas guerras, Cristo Ahnsahnghong padecía extrema pobreza y hambre. Bajo estas circunstancias potencialmente mortales, mostró misericordia a los necesitados y dio el ejemplo de santificar el Día de Reposo, uno de los mandamientos de Dios. En sus notas autógrafas que muestran la situación de ese tiempo, declaró: “Nunca cedí a las tentaciones de la vida, incluso a pesar del sufrimiento mortal durante la guerra de Corea y todo el arduo trabajo en las montañas de Byeonnae, Yangsan, ni violé el Día de Reposo en mi lugar de trabajo”.
Establecimiento de la Iglesia de Dios en 1964
Cuando se completó la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Cristo Ahnsahnghong reconstruyó la Iglesia de Dios en 1964. La Iglesia de Dios sigue la verdad y la tradición de la Iglesia primitiva de hace dos mil años. En sus primeros días, la Iglesia de Dios era pequeña y débil como Casa-Iglesia. El sacrificio y la devoción de Cristo Ahnsahnghong se convirtieron en la base para que las semillas del evangelio se sembraran y crecieran en muchas de las regiones capitales y locales. Cristo Ahnsahnghong restauró todas las verdades de la salvación, incluida la Pascua del nuevo pacto, que Jesús mismo observó y los apóstoles guardaron. Asimismo, puso el fundamento de la fe correcto en Dios al derribar las doctrinas no bíblicas que innumerables iglesias habían seguido sin darse cuenta.
Su vida de sacrificio por la predicación del evangelio
En la era de la desolación espiritual, así como la desolación física en todos los aspectos de la sociedad y la economía, Cristo Ahnsahnghong llevó una vida pobre y humilde, atravesando sufrimientos a lo largo de su vida para reconstruir el fundamento del evangelio del nuevo pacto. No tuvo más opción que hacer trabajos difíciles y desagradables que otras personas evitaban hacer, para guardar los mandamientos de Dios, incluido el Día de Reposo, y para predicar el evangelio. Estuvo dispuesto a hacer trabajos peligrosos, como romper rocas pesadas y cargarlas, así como talar árboles grandes en las empinadas montañas y llevarlos. Apenas podía escapar del hambre comiendo gachas de cebada para el almuerzo, y a menudo se saltaba las comidas, gastando el salario de su duro trabajo en preparar los gastos de predicación y dedicarse a escribir los Libros de la Verdad. No le importaba su propio sufrimiento, sino que se compadecía de los que vivían con dificultades sin conocer la verdad. Nunca dejó de sacrificarse para salvar a la humanidad, pasando muchos días orando y ayunando en algunos lugares como el monte Geumjeong en Busan, Corea.
Cristo Ahnsahnghong siguió llevando una vida de sufrimiento sin descanso. Sin embargo, en lugar de preocuparse por su propia seguridad, cuidó de la iglesia, los miembros y los vecinos, considerando su dolor y sufrimiento, con el corazón de un padre que ama a su familia y se preocupa por ella. Era respetado por sus vecinos y por los miembros, porque nunca mostraba signos de cansancio, sino que siempre tenía una sonrisa amable y una personalidad bondadosa. Trataba a todos con humildad y consideración, independientemente de la edad y el género, y ayudaba a los necesitados inmediatamente cuando los veía. Todo el año, con un maletín lleno de libros, incluida la Biblia, sobre sus hombros, viajaba por todo el país hasta las zonas rurales remotas y los pequeños pueblos costeros, predicando con ansiedad la verdad a quienquiera que encontrara. Soportó todo tipo de aflicciones, se dedicó a predicar y escribió las enseñanzas de salvación toda la noche bajo una luz tenue; fue solo para abrir el camino al reino eterno donde no hay tristeza ni dolor para sus hijos celestiales. Apertura de los Siete Truenos, Los Visitantes del Mundo Angelical, El Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal y el Evangelio, La Ley de Moisés y la Ley de Cristo, Las Plagas Postreras y el Sello de Dios, Santo Padre · Santo Hijo · Espíritu Santo Las Explicaciones de la Trinidad, y El Misterio de Dios y la Fuente del Agua de la Vida; cada libro fue escrito por el sacrificio de Cristo Ahnsahnghong.