Hace unos dos mil años, Jesús vino a salvar a la humanidad. Según la profecía del rey David, Él se bautizó a la edad de treinta años, predicó el evangelio del nuevo pacto durante tres años y ascendió al cielo después de terminar su misión (Hch 1:6-9).
Hoy en día, muchos cristianos miran al cielo, esperando que Jesús venga por segunda vez sobre las nubes (Mt 24:30-31); sin embargo, Jesús ya vino por segunda vez a la tierra. Apareció de nuevo en forma humana, restauró el nuevo pacto, la verdad de vida abolida por Satanás, y abrió el camino a la salvación.
La razón por la que Jesús debe venir de nuevo en la carne
Después de la ascensión de Jesús, ocurrieron muchos cambios. Jesús profetizó que Satanás sembraría la violación de la ley en el mundo y que Cristo no encontraría la fe verdadera en la tierra en su segunda venida (Lc 18:8). Según la profecía, después de la época apostólica se sembraron las semillas de la violación de la ley y rápidamente se multiplicaron; y el nuevo pacto, la verdad de la salvación, desapareció de la tierra.
Cuando la luz de la verdad desapareció, comenzó la edad oscura. Desde la Reforma en el siglo xvi, aparecieron muchos eruditos bíblicos y denominaciones, pero ninguno de ellos pudo restaurar la verdad perdida del nuevo pacto. Solo insistieron en que su interpretación era correcta. En la oscuridad espiritual, nadie podía distinguir la verdad de la falsedad y enseñarla. Por esa razón, Cristo vino a la tierra por segunda vez en la carne y restauró la verdad perdida. Él apareció como el Pastor para guiar a sus ovejas, tal como lo hizo en su primera venida.
“También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.” Jn 10:16
Cristo en su segunda venida, la raíz de David, que restaurará el nuevo pacto
El apóstol Juan profetizó acerca de Cristo en su segunda venida, quien restauraría la verdad, como la raíz de David.
“Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. […] Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.” Ap 5:1-5
Está escrito que la Biblia sería sellada. Este es un problema serio porque afecta la salvación de la humanidad. Por eso, Juan lloró mucho cuando vio el libro sellado. El libro de Apocalipsis, escrito por el apóstol Juan en sus últimos años después de la ascensión de Jesús, nos habla de lo que sucederá en el futuro (Ap 1:1). Por lo tanto, esta es una profecía sobre la desaparición del nuevo pacto, la verdad de la salvación, que Jesús estableció en su primera venida. Sin embargo, estaba escrito que la verdad del nuevo pacto no permanecería sellada para siempre, sino que sería abierta a través de la raíz de David.
Según la Biblia, Jesús es la raíz de David (Ap 22:16). Dado que Apocalipsis 5 es una profecía sobre lo que sucederá después de la ascensión de Jesús en su primera venida, la raíz de David aquí se refiere a Jesús en su segunda venida. La Biblia testifica que solo Cristo en su segunda venida restaurará la verdad del nuevo pacto que desapareció durante la edad oscura.
Cristo Ahnsahnghong, Jesús en su segunda venida que apareció según las profecías de la Biblia
La señal de Jesús en su segunda venida, que aparece como la raíz de David, es el pacto eterno, el nuevo pacto establecido por la sangre de Jesús (Is 55:3, He 13:20, Lc 22:20). En esta época, el Señor Ahnsahnghong restauró el nuevo pacto para la humanidad.
En la Biblia, no solo encontramos profecías sobre la obra que Jesús haría en su primera venida, sino que también hay profecías sobre lo que Él haría en su segunda venida. La Biblia profetiza que Cristo en su segunda venida aparecerá en los fines de la tierra del oriente, de donde sale el sol, y que comenzará la obra del evangelio cuando Israel, representado por la higuera, reviva. Según esta profecía, Cristo Ahnsahnghong apareció en Corea del Sur en los fines de la tierra del oriente. En 1948, cuando se restauró milagrosamente la independencia de Israel, se bautizó a la edad de treinta años y comenzó la obra del evangelio.
Cristo Ahnsahnghong predicó la Pascua, el núcleo del nuevo pacto, que no se había guardado en mucho tiempo después de que Satanás la abolió. También restauró por completo las siete fiestas de tres tiempos, cumpliendo la profecía de la restauración de la Sion espiritual. En 1964, fundó oficialmente la Iglesia de Dios, recorrió el camino del evangelio durante treinta y siete años y ascendió al cielo en 1985 para cumplir la profecía del trono de David. Cristo Ahnsahnghong cumplió las profecías de la Biblia desde su nacimiento hasta su muerte.
El sacrificio de Jesús en su segunda venida y la Iglesia de Dios
Hace dos mil años, cuando Dios vino a la tierra en la carne, las personas no lo recibieron (Jn 1:1-11, 14). En lugar de prestar atención a Jesús cuando cumplía las profecías de la Biblia y enseñaba la verdad de vida, lo calumniaron sin dudarlo, diciéndole: “Tú, siendo hombre, te haces Dios”. Lo menospreciaron, llamándolo hijo de un carpintero, y lo rechazaron debido a su origen y entorno (Jn 10:33, Mt 13:54-57). Finalmente, clavaron a Jesús en la cruz. Incluso cuando Jesús resucitó, los principales sacerdotes sobornaron a los soldados para que difundieran falsos rumores sobre su resurrección (Mt 28:11-15).
En la época del Espíritu Santo, cuando Jesús vino de nuevo, la situación fue muy similar. Aunque alumbró la luz de la verdad sobre el mundo que se encontraba en oscuridad espiritual, muchas personas no lo recibieron sino que lo calumniaron. A pesar de esto, Cristo Ahnsahnghong, Jesús en su segunda venida, se dedicó silenciosamente a la obra del evangelio durante treinta y siete años para restaurar la verdad del nuevo pacto según las profecías de la Biblia. En esa época, Corea estaba devastada y su población era pobre, después de atravesar la ocupación japonesa y la guerra de Corea. A pesar de estas dificultades, Cristo Ahnsahnghong continuó predicando el evangelio del nuevo pacto.
Por su sacrificio y amor, hoy en día se ha abierto de par en par el camino de Sion, el refugio de salvación, para la humanidad. La Iglesia de Dios, establecida por Cristo Ahnsahnghong, es la verdadera iglesia que ha heredado plenamente la fe de la Iglesia primitiva. La iglesia conduce al mundo a la gloria de Dios Elohim y a la luz de la verdad del nuevo pacto.
“Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.” Mi 4:1-2