Al examinar las profecías de la Biblia, no las señales y milagros, podemos reconocer correctamente a Cristo y creer en Él.
Las señales y los milagros no son el testimonio de Cristo
Es una idea muy peligrosa tratar de buscar al Dios verdadero solo a través de señales y milagros. Jesús profetizó que los falsos Cristos engañarían a la gente a través de señales y milagros en los últimos días.
“Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.” Mt 24:24
Ya que los falsos Cristos engañarán a las personas con señales y milagros en los últimos días, Dios nunca salvará a su pueblo de esa manera. Por lo tanto, las señales y milagros no pueden ser el testimonio de Cristo. Si seguimos las señales y milagros, siendo engañados por falsos Cristos, no podremos ser salvos.
La Biblia da testimonio de Cristo
Hace dos mil años, aunque la gente experimentó los milagros de Jesús, no lo reconocieron correctamente como Cristo. Aunque vieron el asombroso milagro de alimentar a cinco mil personas con cinco panes de cebada y dos pececillos, la multitud que seguía a Jesús se volvió cuando les enseñó la verdad de la vida eterna y solo quedaron los doce discípulos (Jn 6:1-15, 54-66). Aquellos que se enfocan en las señales y milagros no pueden comprender a Cristo.
“El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. […] Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.” Jn 6:54-66
Jesús dijo que la Biblia da testimonio de Él (Jn 5:39). Los santos de la Iglesia primitiva creyeron en Jesús como Cristo y dieron testimonio de Él a través de las profecías de la Biblia (Hch 17:2-3, 11-12, Lc 24:25-32). Lo mismo sucede en esta época. Necesitamos estudiar cuidadosamente las profecías de la Biblia, no las señales y los milagros, para que podamos recibir a Cristo.
Cristo Ahnsahnghong hizo el milagro más grande
De hecho, Cristo Ahnsahnghong hizo el milagro más grande. Dio a conocer a los seres humanos el camino para tener vida eterna sin morir.
Si alguien cura una enfermedad terminal o resucita a los muertos, se considerará un gran milagro. No obstante, ni siquiera aquellos que son sanados o resucitados pueden vivir para siempre, sino que mueren algún día. Para aquellos que viven con dolor y están destinados a ir al infierno, el verdadero milagro es hacerles vivir para siempre en el reino de los cielos lleno de alegría y felicidad. Este es un milagro que solo Dios puede hacer (1 Ti 6:15-16).
Cristo Ahnsahnghong restauró la Pascua del nuevo pacto, la verdad de la vida eterna que solo Dios puede otorgarnos. A través de esto, la humanidad puede guardar la Pascua, de la que nadie supo por unos mil seiscientos años desde que fue abolida en el año 325 d. C. El Señor Ahnsahnghong, Cristo en su segunda venida, hizo el milagro más grande de dar vida eterna a la humanidad a través de la Pascua del nuevo pacto.