Hoy en día, muchos cristianos esperan la segunda venida de Jesús. Creen que Jesús vendrá nuevamente sobre las nubes reales del cielo y entonces los santos entrarán en el reino de los cielos, mientras que el mundo perece. Estos pensamientos son muy diferentes a las enseñanzas bíblicas sobre la segunda venida de Cristo.
“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca”. Lc 21:27-28
Jesús no dijo que cuando venga en una nube, el mundo será juzgado y los santos entrarán en el reino de los cielos, sino que nuestra redención y el reino de los cielos están cerca; por eso, debemos prepararnos para ser salvos, estando erguidos y levantando nuestras cabezas. Podemos ver que los pensamientos de la mayoría de los cristianos son muy diferentes de las enseñanzas bíblicas sobre la segunda venida de Cristo.
Por lo tanto, necesitamos pensar detenidamente en el significado de las nubes en las que viene Cristo, porque la noción común de que son nubes reales puede ser una malinterpretación de la voluntad de Jesús. Sin un pleno entendimiento de este asunto, nadie podrá reconocer a Cristo que viene por segunda vez ni recibir la salvación.
Jesús vino sobre las nubes en su primera venida
A través de las profecías de la primera venida de Jesús, podemos encontrar el significado correcto de las nubes. Unos seiscientos años antes de la primera venida de Jesús, Dios le mostró al profeta Daniel una visión acerca de Jesús.
“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran […]” Dn 7:13-14
Estaba profetizado que con las nubes del cielo vendría uno como un hijo de hombre, el cual recibiría dominio, gloria y reino de Dios. Esta profecía fue cumplida por Jesús.
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” Mt 28:18
“y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.” Jn 17:10
“Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,” Lc 22:29
Según la profecía del Antiguo Testamento, fue Jesús en su primera venida quien vino a esta tierra y recibió dominio, gloria y reino. A lo que debemos prestar atención es que en el libro de Daniel estaba profetizado que Jesús vendría “sobre las nubes del cielo”. Sin embargo, Jesús no vino en las nubes físicas del cielo, sino que vino a la tierra en la carne, a través del cuerpo de María. La profecía de Daniel no es incorrecta. Las nubes sobre las que Cristo viene son una parábola que indica al cuerpo.
Esto significa que Jesús en su segunda venida también vendrá en la carne, como lo hizo Jesús en su primera venida. Jesús profetizó que vendría sobre las nubes. No vendría una vez en la carne, y la próxima vez en las nubes reales. La misma parábola que se usó para profetizar la primera venida de Jesús fue dicha nuevamente, cuando Jesús explicó a sus discípulos su segunda venida en la carne.
Un hombre es comparado con las nubes
En la Biblia, hay muchas parábolas en las que el hombre es comparado con las nubes.
“Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos […]” Jud 1:12
“Como nubes y vientos sin lluvia, así es el hombre que se jacta de falsa liberalidad.” Pr 25:14
Los pastores que se apacientan a sí mismos, es decir, los falsos profetas, son comparados con nubes sin agua, y un hombre que se jacta es comparado con nubes sin lluvia. En otras palabras, un hombre en la carne es comparado con las nubes. Según el modo en que la Biblia compara las nubes con la carne, el Nuevo Testamento profetizó la segunda venida de Jesús en la carne como su venida en las nubes.
La razón por la que Jesús viene nuevamente en las nubes (en la carne)
En los últimos días, Jesús vendrá nuevamente en la carne cuando el reino de los cielos está cerca. ¿Por qué no juzga al mundo de inmediato, sino que viene de nuevo en la carne?
“Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Lc 18:8
Jesús dijo que en su segunda venida nadie tendría una fe digna de la salvación. Según esta palabra, actualmente, muchas iglesias dicen creer en Jesús, pero no guardan plenamente las verdades del nuevo pacto, como el Día de Reposo y la Pascua que Jesús estableció. Las iglesias han abandonado los mandamientos de Dios, y guardan los mandamientos de hombres como el culto dominical y la Navidad. Jesús dijo claramente que si guardan mandamientos de hombres, honran a Dios en vano.
“Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”. Mt 15:8-9
Jesús sabía que el mundo lo honraría en vano. Por esa razón preguntó: “¿Hallará fe en la tierra?”. Si Jesús viene a este mundo sin fe, como el último juez, nadie recibiría la salvación. Por eso, Jesús mismo viene nuevamente en la carne para reunir a los que serán salvos y guiarlos a la verdad de vida antes del último juicio.
“También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.” Jn 10:16
Las ovejas en el redil indican a los santos que Jesús salvó al venir como pastor en su primera venida, pero había otras ovejas que no eran de ese redil. Por ello dijo que también Él mismo las guiaría a ellas. Esta es una profecía de que en los últimos días Jesús mismo vendría en la carne nuevamente y guiaría a los santos que serán salvos, así como hace dos mil años vino en la carne y guio a sus discípulos como su pastor.
Hace dos mil años, los judíos no comprendieron correctamente la profecía de que Cristo vendría en las nubes. Debido a esto, solo miraron al cielo y no pudieron recibir a Jesús, quien vino en la carne. Lo mismo sucede hoy en día; los que miran ciegamente las nubes del cielo sin conocer la verdad de la Biblia perderán la oportunidad de recibir la salvación. Por tanto, debemos prestar atención a las profecías de la Biblia para recibir a Jesucristo, quien vino por segunda vez en la carne.